IMP. NERVAE TRAIANO
CAESARI. AVGUSTO. GERMANICO
DACICO SACRVM

TEMPLVM IN RVPE TAGI SVPERIS ET CAESARE PLENVM
ARS VIB MATERIA VINCITVR IPSA SVA
QVIS QVALI DEDERIT VOTO FORTASSE REQVIRET
CVRA VIATORVM QVOS NOVA FAMA JVBAT
INGENTEM VASTA PONTEM QVAM MOLE PERIGIT
SACRA LITATVRO FECIT HONORE LACER
QVI PONTEM FECIT LACER ET NOVA TEMPLA DICAVIT
ILLIC SE SOLVVNT HIC SIBI VOTA LITANT
PONTEM PERPETVI MANSVRVM IN SAECLVA MVUNDI
FECIT DIVINA NOBILIS ARTE LACER
IDEM ROMVLEIS TEMPLVM CVM CAESARE DIVIS
CONSTITVIT FELIX VTRAQVE CAVSA SACRI
C. JVLIVS LACER H. S. F ET DEDICAVIT AMICO
CVRIO LACONE IGAEDITANO

Este templo fabricado sobre una roca del Tajo
está lleno de culto y veneración de los dioses y del César
y en él, la grandeza de la materia vence al primor del arte

Por si los caminantes desean saber por quien
y por qué se fabricó este puente gigantesco y
este templo cavado en la misma peña del Tajo
lleno de la majestad de los dioses y del Cesar
en donde el arte queda vencido por su misma materia
sepan que Lacer, hombre esclarecido en
el arte divino de la arquitectura, hizo este puente, 
que durará mientras dure el mundo
Lacer, después de acabarlo con admirable magnificencia
hizo igualmente y dedicó este templo a los
dioses de Roma y al Cesar  teniéndose por dichoso
en ofrecerlo con este doble y sagrado motivo.

Cayo Julio Lacer, hizo este templo y su dedicatoria
de unión con Curio Lacon, su amigo, de Igitania



El templo - San Julian


       En la misma piedra donde se ve esta inscripción, se hace memoria debaxo de ella de D Pedro de Carvajal y Ulloa, Gobernador de Alcántara, y Caballero de la misma Orden, que presumo hizo señalar mas las letras: si así fué, pudo cometerse entonces alguno de los errores, que se notan en ellas; aunque por mas verosímil tengo sean del primero que las esculpió, á quien también debe atribuirse haber ligado algunas letras. En el primero de los versos está puesto AGI por TAGI, en el quarto NOV AM HAT por NOVA FAMA IVVAT, en el octavo MVÍERA por MVNERA, en el décimo NOVILIS por NOBILIS, en el duodécimo ROMVUEI por ROMVLEJS.
Extracto de: VIAGE DE ESPAÑA. D. Ponz  1784

        A la entrada del puente baxando de la villa, hay un templecito de la misma calidad de piedras sillares que aquel, y executado por el mismo artífice. Según la Crónica tiene diez pies de ancho, veinte de largo, y diez y seis de alto; pero medido con mas exactitud, 1a altura es de algo mas de veinte y tres pies, y lo ancho un poco mas de catorce. Está cubierto de grandes losas, entre sí tan unidas, que no obstante su grande antigüedad, se dexa conocer, que jamás ha penetrado el agua. La portada se forma de solas tres piedras: dos que son columnas arrimadas, y una el lintel, en el qual se leen las siguientes inscripciones al fin, y al principio de él, y en medio doce versos en la forma siguiente, aunque sin separación de líneas entre ellos.

Hubo también en este templo una ara con esta inscripción:

CAIVS IVUVS LACER HANC ARAM EREXIT
VT DIIS SACRA FACERET.

Cayo Julio Lacer, erigió esta ara para sacrificar a los dioses.

Estaban también en él las cenizas de este arquitecto en lo alto del templo entrando á mano derecha, y la urna tenia una cubierta con estas letras al rededor:

C.I.L.H.S.E.S.T.T.L Caius lulius Lacer hic situs est sit tibí terra levis

Cayo Julio Lacer, está aquí sepultado, séate la tierra ligera.

Estas piedras ya no se encuentran.

Extracto de: ESTREMADURA. D. Jose de Viu. 1852

        Bajando al puente desde el pueblo, se encuentra al llegar un templecito muy bien tratado, llamado hoy de San Julián, sobre cuyo frontispicio se lee:

IMP. NERV. TRAIANO. CAESARI
AVGVSTO. GERMANICO. DACIDO. SACRVM
TEMPLVM. INV RVPE. TAGI. SVPERIS. ET. CAESARE. PLENVM
ARS. VBI. MATERIA. VINCITVR. IPSA. SVA
QVIS. QVALI. DEDERIT. VOTO. FORTASSE. REQVIRET
CVRA. VIATORVM. QVOS. NOVA. FAMA. IVVAT
INGENTEM. VASTA. PONTEM. QVI. MOLE. PEREGIT
SACRA. LITATVRO. FECIT. HONORE. LACER
QVI. PONTEM. FECIT. LACER. ET. NOVA. TEMPLA. DICAVIT
SCILICET. ET. SVPERIS. MVNERA. SOLA LITANT
PONTEM. PERPETVI. MANSVRVM. IN. SAECVLA. MVNDI
FECIT. DIVINA. NOBILIS. ARTE. LACER
IDEM. ROMVLEIS. TEMPLVM. CVM. CAESARE. DIVIS.
CONSTITVIT. FELIX. VTRAQVE. CAVSA. SACRI
IVLIVS. LACER. H.S.F. ET. DEDICAVIT. AMICO. CVRIO.
LACONE. IGAEDITANOA


       El Templo, construido todo de enormes piedras berroqueñas y cuadradas, tiene veinte pies y once dedos de largo, catorce pies y ocho dedos de ancho, y veinte y tres pies y ocho dedos de alto, cerrándose por arriba con seis grandes piedras por cada lado, que forman el tejado con la mayor regularidad. El tallado de todas las que constituyen el edificio, y que pueden contarse en un instante por su corto número, no puede ser más perfecto. Los árabes, a pesar de haber dominado en Alcántara quinientos años, conservaron ileso este precioso templo: también los reconquistadores, que le dieron el nombre de Ermita de San Julián; y así ha continuado hasta hoy, viéndose mezclados sobre el los símbolos de nuestra religión con los de los gentiles.

La lápida sepulcral del arquitecto Lacer, sepultado en el templo contiguo, se ve embutida en la pared de una casa de Alcántara, frente a San Pedro, y en la misma calle (Casa de los señores Barrantes).

       Esta piedra creemos estaría sobre su propia sepultura, y la otra lápida que mencionamos al hablar del templo, acaso corresponderá a alguna pared interior, duplicando así el recuerdo de tan grande artífice. Esta última es circular, y la otra cuadrada, ambas de un granito menos vasto que el del puente.




Extracto de: La Reinauguración del  Puente de Alcántara en 1.860.
D. Fernando Díaz Esteban. 2006

       El 28 de Enero de 1859 el ingeniero Millán envía a la Academia dos dibujos: en el primero reproduce el estado exacto de las lápidas del Arco de Triunfo; en el segundo, el de las lápidas del Templo, y además, el ara de los sacrificios y la lápida sepulcral de Cayo Julio Lacer que había en el Templo. En un cuadernillo de ocho hojas explica que ambas "se encontraban poco ha empotradas en los muros de una casa particular de la villa de Alcántara perteneciente a los Sres. Barrantes" con cuyo consentimiento se extrajeron, limpiaron y quedaron depositadas en su casa, hasta que se resuelva su ulterior destino. Sigue informando que el ara se encuentra bastante mutilada, borrada la inscripción original, "y la inscripción latina que aparece bien marcada y legible no es la primitiva romana, sino la que restauró D. Pedro Barrantes Maldonado, según expresan los renglones de las molduras superiores. De las noticias que, particularmente, me han sido comunicadas por los actuales descendientes de dicho Sr. resulta, haberse llevado a cabo semejante restauración de letras en el año 1570, esculpiéndolas en la cara opuesta donde estaban las primitivas". También se restauraron las inscripciones sobre el Templo "pues según consta en sus dos últimos renglones fue restaurada por el Gobernador D. Pedro Carvajal y Ulloa, caballero de la Orden militar de Alcántara".
      
       Pasa luego Millán a describir la situación del Templo, cerrado por un tosco muro de mampostería y arriba a la izquierda se eleva otro muro que sirvió para colgar una pequeña campana; la parte posterior y la cubierta están ocultas por un ruinoso parapeto. Se explican estas transformaciones porque después de la Reconquista el templo pagano pasó a ser ermita de San Julián; posteriormente se convirtió en fragua y ahora sirve de depósito de herramientas de las obras del puente, "conservándose así algo mejor que si estuviese abierto y completamente abandonado". En su opinión debiera ser restaurado "de modo que deje despejadas sus cuatro fachadas, según ya está proyectado y aprobado por la Superioridad. Y colocando a la entrada del atrio una verja de hierro para impedir el paso del público y conservar limpio el interior". Estas informaciones las dirige para que la Comisión de la Academia pueda emitir su dictamen sobre la manera más conveniente para restaurar el Templo. Y termina ofreciéndose a la Academia para lo que consideren de utilidad. Según anotación al margen, en su sesión del 4 de Febrero la Academia recibió el informe "con particular aprecio" y lo pasó a la Comisión del Puente.

La Academia de la Historia dedicó su atención a la restauración del Templo, a través de las siguientes cuestiones, resolviendo estas en la sesión del 2 de Diciembre de 1859:

1º- La dedicatoria y versos que hizo entallar Lacer sobre el friso del templecillo "habían ya desaparecido por las injurias del tiempo en el siglo XVII  se picó la piedra, y una vez tersa su superficie se grabó en ella de nuevo el epigrama, cometiendo groseras faltas disponiendo los renglones de manera muy diferente de la que tuvieron según tradición y datos no despreciables; y en fin habiendo mostrado la esperiencia que aquella repetición del epigrama, dispuesta por la familia de Barrantes Maldonado y mandada hacer de orden del gobernador de Alcántara D. Pedro de Carvajal Ulloa (que hoy se lee al pie de la inscripción) apenas ha durado dos siglos, a causa de la textura grosera y de fácil descomposición de la piedra, la Comisión no halla reparo en que otra vez se rebaje el frente del monolito que forma el friso o arquitrave, y estima que sobre él debe insertarse una tabla de mármol de Macael, donde se reproduzca la dedicatoria, los antiguos versos latinos, y el recuerdo de la consagración del monumento, como así mismo la memoria de las restauraciones hechas ahora y en el imperio de Carlos V.

2º- La inscripción romana con el carácter de letra que muestran las del tiempo de Trajano disponiendo los renglones en el primero y en letras grandes la dedicatoria al César, y los seis siguientes en carácter de letra menor cada renglón comprenda un exámetro y un pentámetro; y el octavo abrazará la memoria que hizo Lacer de su amigo Curio. Al pie. en letra más pequeña una noticia de las restauraciones mandadas hacer por el gobernador Ulloa y ahora por S.M. la Reina. Toca a la Comisión presentar dentro de breves días toda la leyenda que a su juicio ha de contener la tabla de mármol, procurando fijar la dicción más probable del Octavo verso del epigrama, que Morales no pudo leer, que el licenciado Juan Fernández Franco y el P. Enrique Flórez estamparon de un modo, y se puso de otro en la piedra por los Barrantes Maldonado.

3º- Conviene levantar un acta con asistencia del Ingeniero Jefe de la provincia, del Juez de primera instancia, del Prior de la Orden de Alcántara, del Gobernador militar de la plaza, Alcalde constitucional y demás personas y autoridades que parezca, en cuyo documento se exprese el estado en que se halla la actual inscripción, copiando las palabras y letras que aun se conserven y figurando las que estén unidas y enlazadas. En el mismo acto se sacará o se presentará si ya está sacada, una vista fotográfica de los vestigios de la inscripción que van a desaparecer, y además un vaciado de ellos en escayola  serán depositados en nuestra Real Academia.
En el acta referida se consignará además el estado del tempo, del ara y de la piedra sepulcral, especificando las alteraciones hechas desde el siglo XVII hasta hoy.

4º- Conviene cerrar al público el acceso del templo con una verja de hierro en el intercolunio del atrio, imitando el gusto de los antiguos.

5º- En el interior del delubro ha de colocarse el ara de los sacrificios delante de un pedestal nuevo que represente el que ya no existe y debió sostener la estatua de Trajano.

6º- La losa circular que cubrió las cenizas del arquitecto Lacer pudiera incrustarse en el nuevo pedestal cubriría una pequeña urna cineraria, la cual con otras ya de individuos de la familia Lacer, ya de la de Curio debió estar colocada en alguna cornisa o repisa a los costados del templo haciendo juego con otra más al interior donde aparecerían los Penates y Dioses romuelos. Tal cornisa sería picada cuando se convirtió en ermita el delubro.



7º- El grupo de las cuatro calaveras colocadas hoy sobre el vértice del frontón principal debe pasarse al ápice del frente opuesto; conservando así este trozo de escultura de los siglos medios y no desfigurando la perspectiva principal del templo.

8º- Las lápidas rectangulares donde están reproducidas las inscripciones del ara de los sacrificios y del sepulcro de Lacer son copias nada apreciables del siglo XVII, hechas por ruda mano e inerudito entendimiento. La Comisión se abstiene de proponer la menor resolución acerca del destina que deba dárseles.

9º- Convendría que la Academia interpusiese sus respetos con los Sr. D. Rodrigo y D. Alejandro Barrantes excitando su celo y patriotismo y su amor por los preciosos monumentos históricos, quilatando con insignes testimonios por esta ilustre familia desde el siglo XVI; a fin de que cedan para su colocación en el templo tanto el ara de los sacrificios como la lápida sepulcral de Lacer; devolviendo al primitivo sitio que ocuparon estos restos venerables de la romana antigüedad.

10º- Por último sería acertado recomendar al Ministerio de Fomento la conveniencia de formar un álbum de diferentes vistas fotográficas del puente  y del templo y costosa reparación llevada a cabo por la munificencia de S.M. que tanto honra al presente siglo y que tan estimable le harán a los venideros la Dirección general de obras públicas no se detendrá ante el pequeño gasto que pueden ocasionar las láminas...."

       Firman el Dictamen Antonio Delgado, Pedro J. Pidal, José Amador de los Ríos y Aureliano Fernández Guerra. La acostumbrada acotación al margen del mismo 2 de Diciembre de 1859 dice lacónicamente "Se aprueba el dictamen de la Comisión".

Pocos días después, el 15 de Diciembre, la Comisión añade nuevos datos a su informe anterior: "Nuevas investigaciones ponen ya fuera de toda duda que la dedicatoria y epigrama del friso del templo erigido por Lacer habían sido borrados en tiempos de Felipe IV y por orden del Gobernador de Alcátara D. Pedro Carvajal y Ulloa, proveedor general del ejército en Badajoz cuando la guerra con Portugal se picó el frente del arquitrabe del templo y en él se reprodujo la inscripción antigua. Hizose esto sin gusto literario, sin criterio, sin conocimiento de la sintaxis y ortografía latina y testifican el hecho los dos últimos renglones añadidos a la antigua: gobernante domino Petro Carvajal Ulloa Haec carmina proellis abrasa renovate fuere. Ambrosio de Morales no pudiendo leer ya el octavo verso del epigrama, lo dejó en blanco. Otras personas suplieron el verso de esta forma: Scilicet et superis munera sola litant, pero faltando a la gramática porque el régimen litare munera no es propio del siglo de Trajano. Así y todo ... se estampó en muchos libros  sirvió de modelo a la persona que por los años de 1650, cuidó de hacer entallar de nuevo la inscripción en el frontis del templo.

       Lo raro es que desde los tiempos de Felipe 2º corría de molde la verdadera lección del epigrama completo, habiendo tenido la suerte de copiarla exacta y escrupulosamente nuestro estudioso beneficiado Juan Fernández Franco en 1545 y muy poco después Valle sin otro error que leer quam en lugar de qui en el 5º verso, pues la piedra estaba ya maltratadísima.


Extracto de: España Sagrada. De la Lusitania y sus Poblaciones. Fr. Enrique Flores. 1754

El Puente empieza su singularidad por un pequeño Templo labrado en peña viva, producida allí por la naturaleza. Rompió el arte aquella Roca, por lo que su Artífice dejo en la Inscripción que le puso, Templum IN RVPE Tagi.

Las tres paredes que componen el templo son de una pieza, como formadas excavando la peña. El ámbito es de veinte pies de largo, y diez de ancho. La portada se compone de tres piedras grandísimas: dos a los lados, de pie derecho, la tercera encima de ellas coronando el frontispicio. En esta grabó el artífice unos versos y dedicación del templo, hecho en honor del Emperador Trajano. El epigrama se compuso en aplauso del arquitecto que rompió la Roca: en recomendación de la firmeza del puente, y en declaración del fin del Templo.

       Las letras del epigrama son de más de seis dedos de alto, y algo mayores las de la dedicación a Trajano, que está encima de los versos en la conformidad que aquí las proponemos tomadas de Ms. Juan Fernandez Franco. El templo está hoy dedicado a San Julián, por los Caballeros del Orden de S. Julián del Pereyro, que decimos de Alcántara, desde que los Caballeros de Calatrava les dieron esta Villa.

         Alcántara, lo que más ha engrandecido el nombre de este lugar es la fábrica de su famoso puente, una de las más soberbias obras que perseveran hasta hoy después de 1648 años de antigüedad. El P. Montfaucon deseó vivamente la delineación de esta gran fábrica, y no pudo lograrla: yo la publico aquí según la delineó Sebastián Ventura Araujo, que formó el dibujo en punto mayor.
Empieza su singularidad por un pequeño Templo labrado en peña viva, producida allí por la naturaleza. Rompió el arte aquella Roca, por lo que su Artífice dejo en la Inscripción que le puso, Templum IN RVPE Tagi.

       Las tres paredes que componen el templo son de una pieza, como formadas excavando la peña. El ámbito es de veinte pies de largo, y diez de ancho. La portada se compone de tres piedras grandísimas: dos a los lados, de pie derecho, la tercera encima de ellas coronando el frontispicio. En esta grabó el artífice unos versos y dedicación del templo, hecho en honor del Emperador Trajano. El epigrama se compuso en aplauso del arquitecto que rompió la Roca: en recomendación de la firmeza del puente, y en declaración del fin del Templo.

       Las letras del epigrama son de más de seis dedos de alto, y algo mayores las de la dedicación a Trajano, que está encima de los versos en la conformidad que aquí las proponemos tomadas de Ms. Juan Fernandez Franco. El templo está hoy dedicado a San Julián, por los Caballeros del Orden de S. Julián del Pereyro, que decimos de Alcántara, desde que los Caballeros de Calatrava les dieron esta Villa.

IMP. NERVAE TRAIANO
CAESARI. AVGVSTO. GERMANICO. DACICO. SACRVM
TEMPLUM IN RVPE TAGI SVPERIS ET CAESARE PLENVM
ARS VBI MATERIA VINCITVR IPSA SVA
QVIS QVALI DEDERIT VOTO FORTASSE REQVIRET
CVRA VIATORVM QVOS NOVA FAMA IVBAT
INGENTEM VASTA PONTEM QVAM MOLE PEREGIT
SACRA LITATVRO FECIT HONORE LACER
QVI PONTEM FECIT LACER ET NOVA TEMPLA DICAVIT
ILLIC SE SOLVVNT HIC SIBI VOTA LITANT
PONTEM PERPETUI MANSVRVM IN SECULA MVNDI
FECIT DIVINA NOBILIS ARTE LACER
IDEM ROMVLEIS TEMPLVM CVM CAESARE DIVIS
CONSTITVIT FELIX VTRAQVE CAVSA SACRI

       La inscripción anda mal publicada en Escritores domésticos y forasteros. Pero el ya citado Franco la dio más puntual que todos, observando la disposición material. Morales dejó en blanco el octavo verso, como que no se podía leer, siendo así que Vaseo tenía ya impresa la mayor parte, y Franco copiada toda, antes de escribir Morales.

       Hay también otra Inscripción, en que el arquitecto volvió a repetir su apellido, declarando su nombre, y sobrenombre, en que veos que se llamaba Cayo Julio Lacer. Dice así:

C. IVLIVS LACER H.S.F
ET DEDICAVIT AMICO
CVRIO LACONE IGAEDITANO

       Sobre su inteligencia consultó Morales a Resende, y este le respondió conforme vemos en el Tomo II de la Hispania Ilustrata, donde dice, que estuvo más de una hora mirando la Inscripción, y que halló mal conservadas las últimas letras de la primera línea. La fecha de esta respuesta es del año 1570. Pero veinte años antes tenía ya Vaseo formada la primera parte de su Chronicon, y allí nos propone aquellas letras conforme las tuvo también Franco en la copia de que nos hemos valido.

       Montfaucon en el Tomo IV, Suplemento de la Antigüedad Explicada, interpreta las tres últimas letras del primer reglón: Hoc Sepulcrum Fecit, esto es, que Lacer hizo aquel Sepulcro, y le dedicó a su amigo Curio Lacon Igeditano. Es, dice, cosa muy nueva ver un Sepulcro dedicado a un amigo. Pero también es de extrañar, que Montfaucon interpretase así las notas, cuando pudo advertir por la misma relación de su Capítulo, que aquello no puede apelar sobre Sepulcro, pues está en el frontispicio del Templo; y así debe recurrirse a que la S. denota Sacellum o a que dice Solus, según interpreta el autor de las abreviaturas puestas en el tomo IV de Frutero con Graevio, donde hablando de la presente inscripción se interpretan aquellas tres notas, diciendo: Hoc Solus Fecit, y puede comprobarse con lo siguiente: pues aunque solo Lacer hizo la Obra, no la dedicó solo, sino acompañado para la Dedicación del Templo con su amigo Curio Lacon, que era natural de Igedita, ciudad episcopal de Lusitania.

       El techo del templo es también de piedras; pero tan perfectamente unidas, que pasados tantos siglos no permiten se conozca humedad por dentro, cuando abundan las lluvias. Dentro del mismo templo es muy creible que estuviese la Ara, que en el año de 1658 existió en Alcántara en el patio y casa de D. Pedro Barrantes, Caballero del Orden de Alcántara, como testifica D. Jacinto Arias en su Historia, cuya inscripción renueva el nombre del artífice y dice que había erigido aquella Ara para hacer sacrificios a los Dioses. Por tanto saldría de allí la piedra.

C.I. LACER
HANC ARAM
EREXIT. VT
D I I  S. S. F.

       Otra existe en la misma casa, la cual sirvió para cubrir el Sepulcro del mencionado arquitecto, que consiguientemente estaba avencidado allí; pero esta no existió en el Templo, por haber sido sepulcral. No es la de la figura que otras, sino redonda y todas sus dicciones se abreviaron en notas y su sentido es: Cayus Julios Lacer Hic Situs Est Sit Tibi Terra Levis: aquí está enterrado Cayo Julio Lacer, seate la tierra leve.